¿Saldrá adelante ‘Pipe’ Pulgarcito?

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

El legado de Claudia López en la Alcaldía: furgones convertidos en ambulancias que se apagan tras encender las luces de emergencia. ¿No se sienten ofendidos?

El actual Congreso de la República parece estar compitiendo para quedar de primero en el escalafón de las peores legislaturas. Su conchudez, desdén por los asuntos públicos e interés en obrar para beneficio propio, se han hecho costumbre. Nos cuentan que algunos congresistas asisten a las reuniones con el Ejecutivo y, antes de saludar, van preguntando ¿cuántos cupos hay para este proyecto? Al ser interpelados por su apetito burocrático (y delictivo), un par tienen el coraje de defenderse diciendo que ellos también tienen derecho a “salir adelante”. ¿Acaso para estos congresistas comerciantes no es suficiente con lo que perciben de salario? ¿Les parece que con su remuneración no se puede vivir bien?

Para ahondar nuestra desgracia, no es solo que tengamos malos políticos sino que buena parte se dedica a ello porque les facilita conseguir puestos, contratos, plata e influencias. Germán los conoció en escena y fuera de ella, en campaña o bien entrados en un tercer o cuarto periodo, y su conclusión es casi unánime: para la mayoría, sus ideales y principios se toman un descanso desde la investidura, pues es su oportunidad para “salir adelante”. Esta falta de propósito, que es puro desinterés por el bien común, ha aflorado con el trámite de las reformas sociales propuestas por el gobierno, iniciativas que pretenden resolver buena parte de los problemas que aquejan la vida de sus electores –particularmente en las regiones– pero que se han estrellado con la más abyecta oposición, la de la desinformación; el saboteo y el abandono del debate público.

Un puesto que es de todo el agrado para esta gente –por aquello de los miles de puestos que administra– es el de Contralor General de la República. Por estos días andan todos detrás de una postulación o en su defecto de un postulado. La repartija es tan buena que trae consigo, así se haga mal, una excelente posibilidad de tener chanfa por cuatro años más, pues la Contraloría viene siendo el mejor trampolín para otro “fortín burocrático” como lo llama la prensa: la Procuraduría General de la Nación. O si no que nos lo diga Felipe Córdoba, ex contralor sin ton ni son, pero con un millón de amigos, quien se prepara para ser juramentado por su confidente, Efraín Cepeda, también estrenando un poderoso puesto como presidente del Senado en tercer año de gobierno.

Por vía de la solicitud de concepto a la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado para que determine si una hoja de vida prácticamente idéntica a la de ‘Pipe’ Córdoba es elegible para el cargo de procurador general, la Corte Suprema reincide en el padrinazgo de individuos que poco o nada se alinean con los mandatos de la judicatura, como hace unos años lo hicieron algunos magistrados con Francisco Barbosita, ahora ex fiscal e irrelevante en la vida pública. Si Córdoba resulta electo lo cierto es que se verá en ascuas pues, como le ocurrió a Pulgarcito, es imposible no dejar rastros en el camino de retribuir los favores recibidos.

Y ya que mentamos a Barbosita, siempre será oportuno recordar alguna de sus extrañas decisiones. Una de esas investigaciones que bajo su égida sometieron a la parálisis de la gaveta fue la que se adelantaba contra Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, por la solicitud artera e ilegal de vigencias futuras al Concejo de la ciudad para su trencito cañero, en ese momento sin los estudios requeridos para obligar el presupuesto distrital por décadas. Peñalosa es un tipo de buenas. Ni se mancha ni lo manchan y siempre sale impune.

Nos alegra saber que, aunque iguales en los negocios, a Claudia López no le asiste la misma suerte de su mentor Enrique. Con prontitud la Fiscalía avanza en las investigaciones por la compra de unos furgones que, durante la administración de López y con la creatividad de marras, terminaron convertidos en ambulancias que se apagan si se encienden todas las luces. Según reportes de prensa la Fiscalía ya imputó cargos a un alto ex directivo del gobierno distrital y está por verse si existe responsabilidad de la exalcaldesa o de su entourage de ‘muñecos’.

Adenda: una lástima si Leopoldo Múnera no llega a la rectoría de la Universidad Nacional, dignidad que merece y para la que está más que preparado. Germán lo conoce desde niño, así como a sus padres, y da fe de su compromiso y entrega por la universidad. Celebramos que el presidente Petro y su ministra de educación no se dejen acallar por un marrullero como Ismael Peña, al tiempo que reivindican la posición del Ministerio como único legitimado para posesionar al rector de la institución y hacen lo de su cargo para reafirmar la vigencia de las normas que rigen la elección, mismas que Peña y un grupúsculo tramposo pretendieron burlar.

Hasta la próxima oportunidad, respetados.


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